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Cuaderno De Rusia

Храм Христа Спасителя

Храм Христа Спасителя

Realmente no hay descripción posible que prepare para la impresión visual que provoca la entrada a la Catedral de Cristo Salvador. Ya la estación de metro por la que llegamos Кропоткинская (Kropotkinskaya) sugiere la opulencia de lo que se avecina. No en vano fue construida como puerta de acceso al que estaba destinado a ser el más grande edificio jamás construido y octava y última de las Hermanas de Stalin: el Palacio de los Soviets, guinda a la megalomanía, no sólo de un hombre, sino de un régimen. La entrada de Rusia en la II Guerra Mundial y la consiguiente concentración de recursos humanos y materiales  impidió que el descomunal proyecto se llevara a cabo.
En cualquier caso lo que no impidió fue la destrucción en 1931 de la Catedral original. Terminada en 1881 después de cuarenta años de construcción fue obra de "toda la Nación Rusa" y conmemoraba "La Gratitud del Pueblo Ruso a la Divina Providencia por salvar a la Patria de la fatalidad que se cernía sobre ella" que no era otra que la llegada a Moscú de Napoleón con una maltrecha Grande Armée

Trás la muerte de Stalin Kruschev construyó la piscina más grande del mundo (ya que no pudo ser la mayor construcción del mundo, al menos que sea el mayor agujero del mundo) y sólo tras la caída del comunismo y ya con Yeltsin como presidente se reconstruyó completamente la catedral de estilo quizá bizantino, en apenas seis años.

Tal vez sea un signo más de este Moscú de contrastes, de este Moscú de búsqueda de poder y de imagen (sólo me puedo imaginar lo que supuso para la iglesia ortodoxa y el Patriarca Alexei este tanto)  en el que lo primero es la apariencia, la imagen que se proyecta; en el que apenas se hace caso a la mugre que se acumula en las esquinas,
en los rincones de las propias casa,s a la miseria que se acurruca en los soportales.
Aún así, entrar en la catedral es sentirse abrumado por el brillo, los colores, las sensaciones de un símbolo, un país y una cultura únicas.        

2 comentarios

Armando -

Lèa,

Gracias, aquí no crea que levanta demasiadas pasiones: que si es un producto construido para la ocasión, que si sólo querían foto e influencia unos cuantos, que si la construyeron demasiado rápido...

Pero lo que es innegable, como bien dice, es su magnificencia.

Armando

Lèa -

Que sepas que me ha encantado lo que has escrito; Es un lugar que merece la pena visitar, además de por su hermosura y espectacularidad creo que había algo allí dentro, que hacía vibrar el interior de cada uno; tal vez sean las sensaciones de las que hablas o tal vez las energías de los que estuvieron allí antes y después.

;)