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Cuaderno De Rusia

Ива́н IV Васи́льевич

Ива́н IV Васи́льевич

Hay algo en esos ojos.
Estar al cabo de la insania, saber que siempre se ha estado loco y ya por fin abandonar toda lucha. Traspasar el punto de no retorno, cruzar su particular Rubicón.

Иван Грозный (Iván el Terrible) fue coronado Gran Príncipe de Moscú a los tres años, en 1533. Su madre se ocupó de la Regencia hasta que él cumplió los ocho años, en que fue envenenada por los Boyardos  y él recluido en el palacio del Kremlin. Para dar salida a la rabia torturaba perros y los arrojaba desde las torres del palacio, primeros signos de lo que hoy se diagnosticaría, tal vez, como sociopatía.
Si bien desde muy joven destacó como ávido lector y notable escritor, no en vano años más tarde introduciría en Rusia la imprenta y durante su mandato impulsaría las artes y las ciencias, a los trece años, con el fin de hacerse respetar y aprendidas ya las reglas del juego del poder, mandó arrojar a una jauría de perros al príncipe  Andrey Shúisky para que lo despedazaran.
Entre sus grandes logros se encuentran las conquistas de los kanatos tártaros de Kazán y Astracán, en la ciudad de Kazán no dejó a nadie con vida y sustituyó la población musulmana por colonos rusos. Para conmemorar la victoria mandó construir en Moscú la famosa Catedral de San Basilio.

En 1560 murió su primera esposa, lo que arrojaría al Zar a una espiral de violencia y resarcimiento que tendría como objetivo principal a los siempre odiados Boyardos, pero no sólo. A través de su guardia personal los Oпричник extendió el horror y la muerte por todo el reino: caballeros de élite vestidos de negro, sobre caballos negros y en negros carruajes regaban con sangre los caprichos del Zar. Al final de su reinado cuentan las leyendas que dio rienda suelta a sus perversiones personales desflorando vírgenes, practicando la sodomía y matando a sus hijos bastardos.

Cierto día en palacio se cruzó con la mujer de su hijo, encinta, que llevaba el pelo suelto. El Zar Ivan sintió que debía poner remedio a la indecencia que dicha licencia manifestaba y comenzó a golpear salvajemente a su nuera. Iván, el hijo, acudió alertado por los gritos de auxilio de su mujer y al intentar detener a su padre este le asestó un golpe mortal con el bastón de mando.

El resto está en el cuadro de Репин que abre esta entrada y en sus propias palabras:
"Desde los tiempos de Adán hasta este día, he sobrepasado a todos los pecadores. Bestial y corrompido he ensuciado mi alma"

El cuadro se puede disfrutar en la Galería Tretiakov de Moscú, para saber más de arte ruso, por favor visiten el Museo Ruso.

2 comentarios

Armando -

Princesa del Vértigo,

A mí se me encogió cuando lo ví, no podía apartar la mirada. Esos ojos...

Bienvenida y bienhallada

Armando

princesa del vértigo -

Se me ha encogido el corazón con la última escena.

Te beso